MESES CON ORIGEN
DENOMINACIÓN DE ORIGEN CALIFICADA RIOJA
Y empezamos ya con una de las más antiguas y posiblemente más
conocida del territorio nacional, la DENOMINACIÓNDE ORIGEN CALIFICADA RIOJA.
Los vinos de Rioja están amparados por la
Denominación de Origen más antigua de España. Cuando a finales del siglo XIX
nace el Rioja moderno y se dota de identidad propia el nombre de un producto
vinculado a su origen, surge la preocupación de los viticultores y elaboradores
riojanos por buscar las máximas garantías de calidad y genuinidad para los
vinos producidos en la región y por proteger su identidad de los
"usurpadores y falsificadores".
Tal inquietud culmina con el
reconocimiento oficial el 6 de junio de 1925 de la Denominación de Origen
Rioja, autorizándose la introducción en las etiquetas de vino de la palabra
‘RIOJA’ con el carácter de marca colectiva y creando una precinta especial. La
base legal de esta medida tenía su precedente en la Ley de 1902 sobre la
propiedad industrial, que en su título IX hablaba de las "indicaciones de
procedencia".
Por Real Decreto de 22 de octubre de 1926
se creó el primer organismo de control de la Denominación de Origen Rioja, un
Consejo Regulador al que se encomendaba la misión de delimitar la zona de
producción del Rioja, controlar la expedición de las "precintas de
garantía" y recomendar las medidas legales a adoptar contra los usurpadores
y falsificadores de la marca Rioja». Su reglamento fue aprobado en febrero de
1928.
La promulgación el 8 de septiembre de 1932
del Estatuto del Vino proporcionaría un nuevo marco legal al desarrollo de las
Denominaciones de Origen, que ya quedaban recogidas y definidas en su mayoría
en este texto. Un año más tarde se autorizaba mediante Orden Ministerial la
creación del segundo Consejo Regulador de Rioja en función de las directrices
que el Estatuto marcaba respecto a su composición, presidencia, funciones, etc.
En diciembre de 1944, representantes de
cosecheros y exportadores se reunieron en asamblea promovida por la
Organización Sindical y solicitaron la constitución del tercer Consejo
Regulador, que se hacía efectiva mediante Orden Ministerial de 24 de enero de
1945. En estrecha vinculación con la Estación Enológica de Haro, a cuyo
director correspondía su presidencia, este nuevo Consejo Regulador dispone ya
de Reglamento dos años después, pero su actividad es muy limitada hasta
mediados de los años cincuenta.
La renovación del Consejo Regulador en
Mayo de 1982, de acuerdo con las normas del Decreto 2004/79, ajustadas a los
nuevos principios democráticos proclamados por la Constitución, abre una nueva
etapa caracterizada por la progresiva implantación de un plan perfectamente
articulado de controles cualitativos y cuantitativos, que se aplican tanto
sobre la producción como sobre la comercialización: registros de viñedos y de
bodegas, control de las prácticas de cultivo y rendimientos máximos de
producción, calificación de los nuevos vinos, seguimiento de los tiempos de
crianza y de las añadas, etc.
Paralelamente, a diferencia de lo que
había ocurrido en etapas anteriores, el Consejo Regulador va incrementando su
dotación presupuestaria, su infraestructura y su personal en función de las
exigencias que plantea el estricto cumplimiento de sus fines, concretados en la
defensa de la Denominación, control y fomento de la calidad y promoción
genérica de la marca Rioja. Todo ello financiado con las aportaciones de
viticultores y bodegueros quienes, a través de sus respectivas
representaciones, han propiciado que se genere una normativa de autocontrol más
rigurosa en términos generales que la propia legislación de la Unión Europea.
La culminación de todo este proceso
llegaba en abril de 1991 con la concesión de la Denominación de Origen
Calificada Rioja y la aprobación de un nuevo Reglamento. Era el obligado
reconocimiento al serio y continuado esfuerzo realizado por el sector
vitivinícola riojano para alcanzar las más ambiciosas metas de calidad e imagen
de prestigio.
En 2004 se abriría una nueva etapa a
partir de la modificación de los artículos 39, 40, 41 y 42 del Reglamento, a
fin de hacer posible “la constitución del Consejo Regulador con la misma
representatividad y consecuencias que la Organización Interprofesional del Vino
de Rioja, de conformidad con la disposición adicional octava de la Ley de la
Viña y el Vino de 2003, así como introducir los cambios precisos en sus
funciones y forma de funcionamiento”.
VARIEDADES DE VID
La experiencia de viticultores y
elaboradores ha permitido realizar una selección natural de aquellas variedades
de uva que demostraban mejores cualidades de adaptación a la climatología y
suelos riojanos y que, al mismo tiempo, eran capaces de proporcionar vinos de
las más altas calidades. A este proceso histórico se ha sumado actualmente el
impulso innovador del sector, atento siempre a la evolución y la demanda de los
mercados, que ha llevado a la autorización de nuevas variedades en 2007, siendo
la primera vez desde la creación de la Denominación en 1925 que se incorporan
nuevas variedades con el objetivo fundamental de buscar una mayor
competitividad en los vinos blancos y aportar diversidad a su producción
vinícola, manteniendo la identidad y diferenciación.
Las variedades de uva actualmente
autorizadas por el Reglamento de la D. O. Ca. Rioja son:
- TINTAS: TEMPRANILLO, GARNACHA, GRACIANO, MAZUELO y MATURANA TINTA.
- BLANCAS: VIURA, MALVASÍA, GARNACHA BLANCA, TEMPRANILLO BLANCO, MATURANA BLANCA, TURRUNTÉS, CHARDONNAY, SAUVIGNON BLANC Y VERDEJO.
(Fin de la primera parte)
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